Camina el tiempo y nosotros a su lado
caminamos con él
serenos y tranquilos
más sabios y más ricos, más locos y más vivos
aprendimos todo lo que la vida nos reservó
todo lo aprovechamos, todo nos lo bebimos
somos el fruto de una edad inocente
que aún golpea nuestros cuerpos cuajados de preguntas
esas mismas preguntas que nadie nos responde
porque habitan espacios infinitos
espacios que rodean estrellas de la noche
donde aguardan palabras que nunca nos dijimos,
donde cada mañana
esperan en un nido, pájaros de la magia
aves del paraíso
a que venga de nuevo la noche
a que nunca nos muera el olvido.
¡Que generación la nuestra Amparo!. Que días aquellos de pandilla, grupos en Acción Católica, primeros amores y primeros dolores del corazón, (..al menos para mi), por culpa del cruel Cupido. Me parece que estuvieran, te lo juro, a la vuelta de la esquina y casi puedo palparlos con la punta de los dedos. Me encantan tus poemas, porque huyen de las florituras de tantos poetas de ultimo cuño, que queriendo decir mucho, no llegan a transmitir nada. Un saludo, un abrazo y a seguir sin prisa, pero sin pausa...
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