El tiempo que todo lo genera y lo destruye

Aunque me fui durante un tiempo, no olvido este pequeño rincón donde volcarme en la que la poesía se convierte en la única palabra posible y el verbo, en el único sentimiento

Reina la incertidumbre, el vacío
todo se mezcla en una entraña nueva 
que me sale de dentro
todo desaparece, mi raíz, mi nombre, mi cimiento
no sé si tú te pierdes
si sabré salir solo
si volveré al abrazo y al encuentro
sabes que me haces falta
sabes que todo se torna frío, desaliento
No quiero que te vayas
pero te lleva el tiempo
que pesa entre las piedras que sustentan
la noche, el invierno, el pensamiento

DE QUÉ SIRVE

Para qué quiero la voz

si no puedo decirte ni nombrarte

toda la voz se agrupa en mi garganta

y sigue tu nombre prisionero en ella

alzo las manos y no puedo tocarte

todas las manos te salen al encuentro

congeladas de abrazos que no dieron

de ternura que  sigue prisionera en mi cuerpo

Para qué quiero lágrimas, si no puedo llorarte

para qué sirve el llanto

de qué me sirve el miedo y la locura

si no puedo llorarlos

de qué sirve todo el perfume de las flores

si  tu aroma me falta, hace ya tanto

de qué han de servirme las palabras

el abrazo, el aroma, el miedo, el llanto

LEVANTANDO ARCOÍRIS

Sentía que estallaba la vida en sus pupilas

cuando miraba

no quería que se fuera

Confundida, atrapada

en la templada miel de sus palabras

Lo quiso tanto…

pero el amor no es nada

Construyó abrigos donde refugiarse

resguardarse del frío

con rescoldos de noches sin refugio

Levantó arcoíris para trepar por ellos

hasta la luna que sus ojos habitaba

Quiero verte! Le dijo

aunque no quede brillo en la mirada

tengo atrapada la noche de tu pelo

tu frío, tu ternura profanada

quiero volver a ver tu risa

tus manos en mis manos

tus oscuros ojos de miel y madrugada

Quiero verte

dormir bajo el amparo de tu sombra

la oscura sombra con que me agasajas 

la vida que me quitas

la densa oscuridad de tus palabras